CAJA OYSTER, SÍMBOLO DE HERMETICIDAD
La caja Oyster de las nuevas modalidades del Datejust 31, ejemplo de robustez y elegancia, garantiza una hermeticidad de hasta 100 metros de profundidad. Su carrura se trabaja a partir de un bloque macizo de acero Oystersteel, una aleación especialmente resistente a la corrosión. Su fondo, con un fino sistema de acanalado, está herméticamente enroscado con ayuda de una herramienta especial; tan solo los relojeros autorizados por Rolex pueden acceder de este modo al movimiento.
La corona Twinlock, provista de un sistema de doble hermeticidad, se enrosca sólidamente a la caja. El cristal, coronado por la lente Cyclops en la posición de las 3 h para una mejor lectura de la fecha, está realizado en zafiro prácticamente imposible de rayar. Totalmente hermética, la caja Oyster protege de forma óptima el movimiento de alta precisión que alberga en su interior.
EL CALIBRE PERPETUAL 2236
Las nuevas modalidades del Datejust 31 están equipadas con el calibre 2236, un movimiento completamente desarrollado y manufacturado por Rolex. Este movimiento mecánico de cuerda automática, a la vanguardia de la tecnología relojera, ha sido objeto de varios depósitos de patente. Ofrece mejoras esenciales en materia de precisión, autonomía, resistencia a los golpes y a los campos magnéticos, comodidad de uso y fiabilidad.
El calibre 2236 consta de la espiral Syloxi, patentada y fabricada por la marca. Esta espiral de silicio es hasta diez veces más precisa que una espiral convencional en caso de golpes, y su geometría patentada garantiza la regularidad de la marcha en todas las posiciones. El movimiento dispone, además, de una rueda de escape paramagnética en níquel-fósforo. El oscilador está montado sobre amortiguadores de golpes Paraflex de alto rendimiento, desarrollados y patentados por Rolex, que ofrecen al movimiento una resistencia mayor a los golpes.
El calibre 2236 lleva un mecanismo de cuerda automática por rotor Perpetual y cuenta con una reserva de marcha de aproximadamente 55 horas.